** En el marco de la celebración del día de la madre, fecha símbolo de estos, pilares de la sociedad y faro de amor que guía a las nuevas generaciones. Compartimos el testimonio de Nairi Fernández y Nuvis Colina, trabajadoras activas del Inces Zulia, consideradas por muchos participantes como unas ejemplares mamás-maestras
MARIANA ALBARRÁN / LENIN RÍOS
Una madre siempre es guía, un apoyo, un ángel guardián, fiel defensora y consejera, tarea que trasciende más allá de la responsabilidad con los hijos e hijas propios y alcanza a todo aquel que pueda albergar en su corazón, como demuestran dos trabajadoras activas del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), en el Zulia, a quienes los participantes las designaron como unas súper mamás maestras.
Llena de entusiasmo y proyectando una gran sonrisa , dejando atrás su faceta como miembro de la Milicia Bolivariana, la marabina Nairi Fernández, del equipo del Programa Nacional de Aprendizaje (PNA) del Inces Zulia, demostró una energía única, a sus 50 años, al ingresar a la instancia organizativa Logros, donde la esperaban más de 130 aprendices, con un obsequio, donde destacaba un globo de forma de corazón, que decía: “Feliz día mamá”, figura que ella representa, para cada joven, que con naturalidad se acercaron a llenarla de abrazos y un torrencial de palabras de gratitud.
Una de las jóvenes aprendices que brindó una muestra de afecto a Fernández fue Dargeris Torres, de 18 años, que se forma como Asistente Administrativo y con espontaneidad compartió que: “El apoyo que ella nos brinda es único y comparable con el afecto de una madre. Su trabajo es impecable, ya que siempre emplea métodos estratégicos, para motivarnos a tener un buen desempeño y actuar con los mejores valores. Nairi es la madre de todos los aprendices, ya que nos conoce y defiende a todos, sin distinción alguna”.
Trino Muñoz, otro joven, que también ha recibido el apoyo de “la mamá de los aprendices”, como ellos y ellas, designaran a la trabajadora de casi 15 años del Inces Zulia, contó que. “La profe Nairi ha hecho del Inces, un hogar para nosotros, con su amor incondicional. Cree en nosotros, nos motiva y siempre está atenta para resolver cualquier dificultad, como una verdadera madre”.
La abuela de Perijá
En 2005, Nuvis Colina, ingresó al Inces Zulia, para desempeñarse como instructora de la misión Vuelvan Caras, para pasar posteriormente a formar desde la misión Che Guevara, avanzar a facilitadora Agrícola y maestra pueblo, en el Centro de Formación Socialista Villa del Rosario, en el municipio Rosario de Perijá, epicentro de la actividad agropecuaria del Zulia, donde esta amorosa mujer, se convirtió en la facilitadora que todos respetan, por su talento en el perfil repostero y su capacidad de brindar un consejo, con la sabiduría propia de las abuelas.
A sus 57 años y después de 10 años como jefa del CFS, se mantiene activa y desplegada como maestra técnica voluntaria, de 25 participantes con necesidades educativas especiales del Taller de Educación Laboral Teodora Páez, a quienes fortalece desde el perfil panadero, con la pedagogía y el mismo esmero que tiene con sus tres hijos y nieta.
“El Inces me ha dado la oportunidad de ser madre y maestra. A cada participante lo veo como otro hijo más. Cuando un participante se acerca al Inces, lo hace buscando educación, atención y opciones para salir adelante, tarea propia de las progenitoras”, explicó.
Un milagro es en realidad la única manera de describir la maternidad y su corazón es la escuela primordial de la sociedad, desde cualquier espacio, ellas son fuerza y esperanza, desde la formación técnica profesional.
