¡VOLVIÓ, VOLVIÓ, VOLVIÓ VOLVIÓ! Y se quedó para siempre

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*** El golpe de Estado era una realidad que había iniciado con la masacre de Puente Llaguno y que se consolidó con la autojuramentación del entonces presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga

LONGINA TOVAR

El sábado 13 de abril de 2002, las protestas por parte del pueblo iniciaron desde muy temprano en la mañana. Quienes apoyaban al presidente Hugo Chávez exigían el retorno del mandatario nacional, secuestrado en la isla La Orchila.

Los cerros bajaban hasta Miraflores y los accesos a la Capital estaban cerrados como manifestación de descontento y protesta por parte de la población. Poco a poco las calles cercanas al palacio presidencial se fueron llenando al grito de las consignas: «Chávez, amigo, el pueblo está contigo» y «Chávez no renunció, lo tienen secuestrado». El silencio de los medios de comunicación era absoluto.

El otrora arañero de Sabaneta no había renunciado a su cargo, y por ello, cientos de personas en todo el país exigían el respeto de la Constitución y el regreso del presidente legítimo y líder de la Revolución Bolivariana.

Mientras esto ocurría en Caracas, la 42° Brigada de Infantería Paracaidista del Ejército venezolano, ubicada en Maracay, estado Aragua, declaraba su adhesión al orden constitucional, activando la Operación de Rescate de la Dignidad Nacional, acción a la que se unieron la Guardia de Honor Presidencial y el pueblo reunido en Miraflores.

Este movimiento cívico-militar puso en alerta a los usurpadores del poder, quienes comenzaron a huir apresuradamente de Miraflores. Una vez recuperadas las instalaciones del palacio presidencial, Diosdado Cabbelo, vicepresidente constitucional, es juramentado como Presidente provisional de Venezuela

Ya en la madrugada del 14 de abril, un grupo comando de militares realiza el rescate de Chávez y traslada al presidente dese La Orchila hasta Miraflores, sitio donde una multitud vencedora, enardecida y feliz gritaba como en un sinfín: “Volvió, volvió, volvió, volvió”.

La dupla cívico militar restauró en 48 horas el hilo constitucional y devolvió la presidencia a quien fue electo por más de 5 millones de venezolanos, al que se ganó al pueblo por su conciencia revolucionaria, por ser un defensor de la justicia, de la igualdad y un luchador incansable que quiso hacer de Venezuela un país soberano, libre e independiente.

La dictadura oligarca fue derrotada. El imperio estadounidense no pudo con el pueblo venezolano. El ánimo de defender lo propio no permitió que los planes apátridas del sector opositor se impusieron antes los deseos del pueblo, y 19 años después, pueblo, gobierno y Fuerza Armada siguen siendo el frente de lucha que no permitirá injerencia alguna en los asuntos del país.