** La señora Danitza no escatimó en buscar refugió en la institución para hacerle frente de una manera más agradable al padecimiento
YOLAICE VARGAS
El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), región Yaracuy, se ha convertido no solo en un espacio para la formación, sino además una esperanza y motivación para las personas que enfrentan un proceso de salud.
Tal es el caso de la señora Danitza Peña, quien al enterarse de una enfermedad crónica (cáncer de mama), se refugió en el Inces para aprender un oficio, hacer amistades y así llevar de una manera agradable todo el proceso del tratamiento.
Danitza manifestó que el Inces le brindó la oportunidad de capacitarse durante cuatro trimestres en el área textil, bajo la instrucción de la maestra técnica Katherine Ladino, quien le enseñó la técnica no solo a ella sino al resto de las participantes para elaborar diversas prendas de vestir.
Iniciaron desde cero, con la unidad curricular patronaje, pasando por corte, luego confección de ropa infantil, ropa íntima, trajes, vestidos, uniformes escolares, entre otras.
En el Inces no solo las personas se capacitan, sino que además crean vínculos de amistad con los participantes y maestros, el convivir de forma continua les permite estrechar lazos como una gran familia.
Para todo el personal de la institución es satisfactorio conocer casos de superación como el de Danitza Peña, quien al conocer sobre su padecimiento no se sumergió en la depresión o en el constante pensar sobre el mismo; sino que buscó una oportunidad para crecer, aprender, capacitarse y ocupar su mente para hacer más llevadera su situación.
Ella aplicó la filosofía del Inces que es: la técnica que inspira y la esperanza que transforma.