** Hacerse de un negocio productivo, sustentable y que se consolide con el tiempo, es la idea que se impone. Hace falta más apoyo para estas iniciativas, que a veces son difíciles de arrancar, pero que generalmente enderezan con el tiempo y el trabajo perseverante
IVALDO RODRÍGUEZ
De interesante y profunda actualidad resultó la última entrega del programa radial Somos Inces (235), a través de Radio Miraflores para todo el país, con una grata conversación alrededor del nuevo movimiento de emprendedores que ha llegado al país para quedarse. En esta oportunidad se profundizó sobre las damas emprendedoras y la Escuela de Emprendimiento del Inces.
Las invitadas de la ocasión fueron Milfa Figueredo, formadora de la Escuela de Emprendimiento Inces y Liztena Dicola, participante egresada.
Aclaremos de entrada que una mujer emprendedora es aquella capaz de ver una oportunidad de negocio, iniciar un proyecto y hacerlo perdurar en el tiempo, asumiendo los riesgos que esto puede suponer y adaptándose a las circunstancias de cada momento.
Pudo saberse que los emprendimientos de mayor demanda para las féminas son: Proyectos de moda, Empresas de tecnología de la información, Estética y cuidado personal, venta comidas y postres con entrega a domicilio, Regalos variados on line, y diseño y ventas de accesorios de ropa.
Sin embargo, es necesario respaldarlas con una política clara y transparente con créditos de la banca que no asfixien ni impidan un desarrollo cónsono.
El papel de la mujer como productora, capaz de desarrollar ideas de negocio y convertirlas en empresas rentables es primordial. Además, una mayor participación de la mujer en la actividad económica contribuye a incrementar el PIB, elevar el crecimiento y compensar la caída de la población activa.
‘Mujeres emprendedoras y productivas son las que se forman con estas iniciativas. Para el Inces la Escuela de Emprendimiento es un programa dirigido a hombres y mujeres donde se busca dotarlas de las habilidades mínimas necesarias para emprender y sostenerse en el tiempo y así dar capital de trabajo para fortalecer sus ideas de negocio.
Entre las cualidades que las féminas deben reforzar están la autoconfianza para emprender con éxito; pasión y determinación por el proyecto de negocio; actitud positiva ante la incertidumbre; mucha perseverancia, flexibilidad y adaptabilidad a los cambios y mucha capacidad de comunicación.
Una mujer emprendedora es una persona que con decisión e iniciativa, establece o desarrolla una empresa o un negocio, convirtiéndose en líder de un grupo productivo. Es también sinónimo de fuerza, empoderamiento, inteligencia y resiliencia.
La intención de las mujeres venezolanas circundan alrededor de la idea de obtener un ingreso adicional, para poner en marcha un sueño, alcanzar su independencia económica o simplemente como pasatiempo
Si de algo saben las damas en Venezuela es que difícilmente se doblegan o rinden.
Esto es tan cierto que aquellas damas que han incursionado en este camino, saben que ser mujer empresaria es ser casi una superheroína y así se les reconoce