** Entre los nervios y la ansiedad que produce el deseo de hacer las cosas bien, transcurren uno a uno los aspirantes a inundar con buenas y creativas técnicas, los fogones nacionales
Con el rigor y la excelencia que siempre ha caracterizado a este tipo de examen culinario, donde los participantes asumen con responsabilidad toda las particularidades que implica la planificación, elaboración y presentación de un plato de comida con calidad y buen gusto, se llevó a cabo durante este miércoles 30 y jueves 31 de mayo en las propias instalaciones del Centro Gastronómico Wadäka, el examen evaluador del primer curso del año en las modalidades de Cocina Básica y Cocina Media.
El grupo de los formados en Básica ascendió 19 integrantes, en tanto que los de Media llegaron a 9 aspirantes. Ambas formaciones abarcaron una carga temporal de 426 horas y definitivamente introducen por la puerta grande a los participantes en el complejo mundo de la gastronomía nacional e internacional.
Los formados asimilan distintas artes como diversas técnicas culinarias, manipulación de alimentos, técnicas de cocción, preparación de derivados, delicateses, pastas y bollerías, manejo de equipos y utensilios, seguridad industrial, elaboración de figuras decorativas y un puñado de otros saberes.
Para la evaluación que asistimos presenciamos un jurado conformado por los maestros cocineros Lisandro Alvarado, Edgar Velasco, Antonio Linares y Luis Rodríguez y la coordinadora docente Orly Salazar, quienes con todos los sentidos increpan y hurgan sobre los más variados aspectos de cada una de las elaboraciones presentadas a manera de examen final.
Se afincan los controles sobre particularidades como la presentación del plato, su armonía, aroma, sabores, consistencia, técnicas culinarias, temperatura del plato, creatividad y con la particular exposición y defensa del aspirante, ante el colegiado calificador.
Toda una experiencia de responsabilidad, respeto y buena actitud ante un oficio de creciente demanda y gran interés de parte de todos los públicos. De momento obsequiamos algunas gráficas de la singular prueba.
Algunas palabras de los involucrados
William Guevara destacado estudiante del curso de Cocina Media nos conversa con la seguridad y actitud de quien está convencido del camino por trazarse. “Soy de familia oriental que se maneja en el negocio culinario desde hace años. Pero yo en particular sé que siempre habrá gente que quiere comer y hacerlo bien con decoro y dignidad en función de las posibilidades”.
“Los dos niveles de cursos tienen sus particularidades complejidades. Poco a poco te vas familiarizando con las técnicas y se te va despertando la creatividad que al final derrochas en la creación de un plato”, aseguró Guevara.
En su caso, ya en las postrimerías de su capacitación, se arriesgó para su evaluación con una propuesta que al menos nos llena de curiosidad: Envoltini de pollo con mangos abrazado de una reducción de mango con ají.
Orly Salazar nos explica que en el nivel medio los cursantes tienen la oportunidad de labrarse pasantías donde adquieren experiencias en servicio que luego plasman durante sus evaluaciones y sus posteriores incursiones al medio.
Ante la evaluación del conglomerado en Cocina Media apreciamos buen gusto en la elaboración de pescado en escabeche, tartaletas de plátano y yuca rellenas, buñuelos, arroces fritos asiáticos, pastas con inspiración marina y en fin; la variedad como una invitada de primera fila.
El éxito está en los acontecimientos. Estamos fraccionando los cursos para no hacerlos tan largos y sin publicidad intencional logramos llenar todos los talleres. Siempre aparecen interesados en formarse en este oficio que requiere de personas arriesgadas, inteligentes y creativas, con las cuales tratamos en todas nuestras formaciones, asevera Salazar.
De esta manera, in situ, confirmamos que aquí en Wadäka están ocurriendo cosas que llenan de orgullo y satisfacción a la institución y a la comunidad Inces que siempre se ha caracterizado por la búsqueda de la excelencia formativa y que no baja la guardia ante los caminos difíciles que la vida nos propone.