** Con la premisa de ofrecer productos venezolanos con la esmerada atención de trabajadores y aprendices del Inces
Ivaldo Rodríguez | Sede
Bajo un torrencial aguacero, pero con el calor que generan las cosas hechas con esfuerzo y cariño se llevó a cabo el despeje de cinta que simboliza la apertura definitiva del primer Café Wadäka de la ciudad capital. Un reducto para la comida y bebida autóctonas y un espacio para la formación y prácticas en servicio de los jóvenes aprendices Inces.
Con una ambientación entre lo simple, colorido y rústico este novedoso café, ubicado en los espacios calidos de la Universidad de las Artes (Unearte), está llamado a convertirse en un espacio para el encuentro social y la tertulia dinámica.
Aparte del café en distintas presentaciones el lugar ofrece variedad en bollería, muffins, infusiones y bebidas, con lo cual sus trabajadores ajustarán sus habilidades en el servicio de bar, gastronomía, panadería, pastelería y servicio de comedor.
Para la preparación de estos productos, se hará uso de harinas alternativas y se potenciará la preparación de bebidas saludables y energéticas con un carácter plenamente ecológico.
“Es una manera de mostrar la nobleza del Inces. Una institución que forma a los jóvenes emprendedores y les brinda la oportunidad de entrenarse en su ocupación, es decir, aprender haciendo”; así lo manifestó el presidente del instituto, Wuikelman Angel, quien adelantó que esta marca de tipo social será espandida a todo el país, a través de las sedes regionales de la institución.
De momento anunció próximas aperturas en los estados Lara, Nueva Esparta, Bolívar, Mérida y Anzoátegui, pero se siguen recibiendo solicitudes de todo el territorio nacional, enfatizó el titular del Inces.
Por su parte, la rectora de la Unearte, Alejandrina Reyes expresó que Wadäka está llamada a erigirse en una vitrina de la calidad y la pertinencia de la formación Inces. “Queremos que este café ofrezca productos venezolanos actuales y ancestrales, y que por sobre todo, la atención y el servicio sean excepcionales como lo son nuestros participantes”.
El Inces es un rayo de esperanza para la nación. Es un espacio para la paz, la cultura y el encuentro. Cuando todo el mundo habla de problemas y dificultades, nosotros estamos aportando, construyendo patria. El país necesita gente esforzada, trabajadora y eso es lo que hacemos en esta institución, aseguró Reyes, quien además ejerce la responsabilidad de la Dirección Estratégica del Inces.
De esta manera quedó abierto el primer Café Wadäka, una franquicia que mostrará la formación para el saber y el hacer que lleva a cabo el Inces. Una formación pertinente, transformadora y liberadora, al servicio del colectivo social.
Finalmente, para cerrar la ceremonia, fueron reconocidos quienes colaboraron en la instalación y construcción del cafetín. Correspondió al padre Numa Molina el bautizo del recinto, acompañado también por la presidenta del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía, Aracelis García y por la Directora General de Educación para Adultas y Adultos, Belkis Suárez; concluyendo el acto con una degustación de productos.