La propuesta del Inces

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Por: Alfredo Carquéz

El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), arriba a sus 62 años con una nueva propuesta para el país: la creación de un Subsistema de Educación, Formación Técnica y Profesional (SEFTP) que vele por la cualificación y recualificación de nuestra población, en línea con el planteamiento central del pensamiento de Simón Rodríguez, según el cual todos podemos “aprender haciendo”.

 

El Inces, una de las más bellas e importantes creaciones del maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa (fundado el 22 de agosto de 1959), resulta ser hoy día una herramienta estratégica para el desarrollo económico de nuestra nación.  Pero, además, esta institución es una poderosa arma de resistencia frente al bloqueo y acoso imperiales a los que se ha visto sometido el país en los últimos años.

 

Sin embargo, hace falta ir más allá. La crisis generada por las agresiones de Estados Unidos y sus satélites de Europa, profundizada por la aparición de la Covid-19, ha colocado sobre el tapete ver una vez más la necesidad de avanzar en la superación del modelo rentista basado en la explotación y comercialización de recursos naturales sin mayor procesamiento para construir una economía diversificada. Pero además de inversión, equipamiento, tecnología, voluntad política, etc., para eso hace falta contar con una condición imprescindible: un  pueblo mejor formado en oficios necesarios para apuntalar el sector productivo criollo.

 

El SEFTP sería responsable de la formación de todos quienes quieran ser parte del mismo, a través de diferentes estrategias de aprendizaje como la formación dual, cursos y talleres presenciales, proyectos productivos, formación virtual. Cubriría escuelas, liceos, institutos y politécnicos responsables de la formación técnicas en los distintos niveles. A través del desarrollo, organización y contextualización de las cualificaciones profesionales, formaría, acreditaría y homologaría para certificar los perfiles productivos que necesita la patria. Y también debería impulsar una política de formación técnica profesional que permita hacer uso de espacios dentro de las entidades de trabajo, para contar con trabajadores que asuman el papel de tutores en el proceso de enseñanza bajo la modalidad de formación dual.

alfredo.carquez@gmail.com