Torres Iriarte: “La juventud es la garantía de la perpetuidad de las naciones y de la patria”

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“Juventud divino tesoro» / que te vas para no volver / cuando quiero llorar no lloro / y aveces lloro sin querer. Rubén Darío

LONGINA TOVAR

El Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) celebró el conversatorio “El rol de la juventud revolucionaria en la época republicana”, dirigido por el historiador y presidente del Centro Nacional de Historia, Alexander Torres Iriarte, desde la instalaciones de la sede principal del Inces y con conexión telemática para todo el país.

La actividad forma parte de la Semana de la Juventud que celebra el Inces en honor a la gesta libertaria librada el 12 febrero de 1814 en La Victoria, estado Aragua, cuando José Félix Ribas estuvo al mando de unos 1500 estudiantes para enfrentar y luego vencer a las fuerzas realistas, comandadas por Francisco Tomás Morales.

El historiador hizo un repaso de la participación rebelde y heroica de la juventud desde el hito conocido como la Batalla de La Victoria, hasta el fin de la IV República en 1998, para concluir que “la juventud es la garantía de la patria, de la revolución y del socialismo; es garantía de autoformación de conformación, de conciencia social, de compromiso por una patria mejor… La juventud jugará siempre un rol estelar en la época republicana porque, como decía Salvador Allende, ser joven y no ser revolucionario es una contradicción biológica”.

“Decir juventud revolucionaria es un pleonasmo… Todo joven cree en el futuro, tiene un ideal y tiene que ser rebelde, porque la rebeldía genera el entusiasmo y el mundo se abre

y se estremece ante la juventud. No una juventud manipulada por las empresas del entretenimiento y el espectáculo, que también necesitamos, sino una juventud que está clara en su labores de construcción de un país”, alegó Iriarte.

UN POCO DE HISTORIA

En su intervención, el presidente del Centro Nacional de Historia recordó los lapsos de las primeras cuatro repúblicas: “La época republicana es lo que sucede al proceso de independencia. Es la ruptura de 300 años de colonia”. Arranca la primera en 1810 hasta 1812. La segunda República desde 1813 hasta 1814. La tercera de 1816 a 1819 cuando se conforma la República de Colombia junto a Venezuela y Ecuador, y luego en 1830 cuando en Venezuela surge la IVRepública que culminará en 1998 con la llegada de Hugo Chávez al poder.

Una de las acciones juveniles más recordadas será cuando José Félix Ribas, al mando de unos 1.500 estudiantes, derrotó en La Victoria a los 2.500 realistas, comandado por Francisco Tomás Morales, con la participación importante de Vicente Campo Alías, gesta que inspiró a la Asamblea Nacional Constituyente de 1947 a instaurar el 12 de febrero como Día de la Juventud.

Ya en el siglo XX, “en Venezuela se da el movimiento conocido como la Generación del 28. Dura del 6 al 12 de febrero de 1928, en pleno carnaval, en época de Juan Vicente Gómez. Este movimiento nace para levantar fondos para crear la Casa del Estudiante. Pío Tamayo dio un discurso en el panteón nacional y cerro diciendo “Padre nuestro Simón Bolívar, padre nuestro Libertador, como han puesto tus esbirros a Santiago de León. Él y muchos otros fueron presos y perseguidos por sus ideas revolucionarias: Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Miguel Otero Silva, Rafael Vega Sánchez, Jovito Villalba, entre otros.

En la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez los estudiantes también fueron vitales para tumbar la tiranía. En 1951 se crea un estatuto electoral y allí los jóvenes que votaban a los 18 años no podían hacerlo sino hasta los 21 años así que los jóvenes salen a protestar y son callados por la fuerza. Muchos estudiantes serian tomados y asesinados por la temible Seguridad Nacional, hasta que el 23 de enero de 1958 cae la dictadura del general.

Más recientemente, ya en democracia, en Venezuela hay un expediente de desaparición forzosa en los primeros gobierno de Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera. Luego en la época de Luis Herrera y Jaime Lusinchi hay un expediente nuevo y se abre lo que se conocerá como las masacres Cantaura (1982), en el estado Anzoátegui y la masacre Yumare (1986), en Yaracuy.

HUMOR E INTELIGENCIA

Antonio Guzmán Blanco, un presidente muy afrancesado, cuyo ego lo llevó a nombrarse miembro de número de la Academia de la Lengua, sin ser capaz de escribir su propio discurso de incorporación, fue objeto de burla por los jóvenes de la época.

“Los jóvenes no solo con fusiles y bayoneta se han opuesto al oprobio de la tiranía, sino también utilizando el humor, la inteligencia, el libro y el lápiz”. Y es que en época guzmancista un grupo que inventó una charada en contra de la figura del presidente a a través de la exaltación burlesca de un mal poeta”.

Más adelante también se perpetraría una nueva burla, ahora en alusión a Cipriano Castro. Los estudiantes asiduos a las retretas de la plaza Bolívar consiguieron a Alfonso Sacre, un pobre marchante (buhonero) que se creía héroe de guerra y los muchachos lo exhaltaban y adulaban para burlarse de Castro y sus seguidores.

Iriarte agradeció a la juventud presente tanto del auditorio como los participantes vía redes sociales por continuar en el país a pesar de la difícil situación que se vive, acción que calificó como altamente gratificante ya que sin la juventud, explicó, cualquier proyecto, en cualquier parte del mundo, fracasa, porque la juventud es garantía de la perpetuidad de las naciones y de la patria.

Precedieron a la participación de Iriarte el Comisionado Nacional de la Juventud del Partido Socialista de Venezuela, Jorge Pérez; el Director de Formación de la Escuela de Formación Antonio José de Sucre, José Luis Martínez y el gerente general de Formación Profesional del Inces, Hernán Garboza.