Desde Mérida se impulsa la Dulcería Criolla con variedad de manjares de frutas orgánicas

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** La formación contó con 16 participantes quienes durante la formación tanto teórica como práctica, resaltaron los manjares venezolanos y regionales, entre los que destacan los alfajores, morrones, y buñuelos de yuca y apio

NADIA LOBO| Mérida

Orientado bajo la tradición de los postres venezolanos, y con una muestra para degustar, culminó satisfactoriamente el curso de Dulcería Criolla, que tuvo lugar en las instalaciones del centro de formación socialista (CFS) Eliézer Otaiza de la ciudad de Mérida, con 16 participantes, trabajadores del Inces, aprendices y vecinos de la comunidad.

La formación estuvo a cargo de la maestro técnico productiva (MTP) Sobeida Molina, logrando desarrollar una serie de postres y dulces tanto fríos como calientes, que combinando azúcar o miel de papelón con alguna fruta, se logra elaborar un rico manjar que endulza el alma.

La maestro Molina explicó que durante la formación los participante pudieron conocer las diferentes técnicas y productos a emplear como postres, dulces, utilizando almíbar liviano, mermeladas, envasadas al vacío entre otros procedimientos para endulzar, así mismo se prepararon buñuelos de yuca y apio como alternativa en la gastronomía venezolana.

De igual manera los participantes elaboraron delicados y fáciles manjares y de mayor dificultad, tratando de utilizar productos cosechados en la zona de manera orgánica y que forman parte de nuestras tradiciones y costumbres culinarias.

Cascos de guayaba, piña con lechosa, manjar de chayoto, mermeladas de guayaba y mora, así como buñuelos de apio y yuca, leche condensada, y arequipe, entre muchos más aperitivos, que estuvieron representado en la mesa de dulcería criolla, todos elaborados por los estudiantes tras la culminación de la formación”, señaló la MTP.

Destacó igualmente la importancia de utilizar frutas y productos autóctonos para la elaboración de los postres como alternativas e innovación para cada evento, demostrando lo amplia, bella y colorida de la gastronomía merideña y por ende venezolana.