** Realizaron una muestra de los diferentes panes que aprendieron a elaborar
YUDITH CASTRO | Zulia
Un total de 33 jóvenes con compromiso cognitivo finalizaron el curso de Panificación Doméstica dictado en el centro de formación socialista (CFS) Bella Vista II, ubicado en Maracaibo, conocido en la región como el Inces marrón.
Para celebrar el alcance de esta meta, los jóvenes especiales en conjunto con sus padres presentaron una muestra de los panes que aprendieron a elaborar y además otras exquisiteces como paledoñas, besitos de cocos, pizza y golfeados, entre otros.
Estos jóvenes tienen discapacidad intelectual asociadas a Síndrome de Dow, Autismo y problemas psico motriz, entre otros, así lo afirmó la directora del taller de Educación Laboral de Maracaibo Modalidad Especial, Yamira Albornoz quien con lágrimas en los ojos, expresó: “No fue fácil. Hubo muchos obstáculos que vencimos, pero hay que destacar que sin los padres esto no hubiera sido posible. Fue un trabajo mancomunado”.
Continuó: “A pesar de la administración de la carga eléctrica, el problema con el transporte y la falta del efectivo no perdimos ninguna clase. Yo hoy me gradué con ellos. Cada sonrisa reflejada en estos niños se la debo al Inces. Esta es la gente que el país necesita: proactiva y emprendedora,” puntualizó Albornoz.
El coordinador docente del centro de formación, Domilio Hidalgo, indicó que desde hace 4 años, la institución está brindado apoyo a estos jóvenes en diversos oficios vinculados a las áreas de informática, textil y turismo. “Estoy complacido en ver el alcance de esta meta que parecía difícil, porque eran muchos los participantes, y además por su condición. Pero todos contribuimos y hoy podemos decir lo logramos.”
Para el maestro responsable del curso, Ángel González, esta experiencia significó un reto el cual decidió asumir. “Estoy muy feliz de haber vivido esta experiencia tan hermosa porque mis conocimientos permitirán a estos seres especiales tener un oficio que les facilitará la integración a la sociedad. Debo destacar que siempre conté con el apoyo de la directora Albornoz y de dos docente del taller laboral.”
Además de los panes -indicó el docente- ellos aprendieron a elaborar pizzas, besitos de coco, paledoñas y golfeados, entro otras delicateses.
Con entusiasmo, Luis Andueza Gotopo, de 19 años, quien presenta la condición de autismo, mencionó: “Con el maestro Ángel aprendimos a hacer pan de pita, de piñita, de manito, holandes y campesino. Para la exposición hice junto a mi hermana una pizza, espero les guste,” exclamó con su acostumbrada entonación rítmica.
“Nunca me imaginé que mi hijo René pudiera ser parte de una actividad como esta, una graduación. Gracias a Dios, al Inces, a la Escuela Taller Laboral hoy mi hijo está feliz porque sabe hacer algo con sus manos. Cada paso que da René para mi es un logro inmenso”, señaló con voz cortada Brenda Vielma de 53, madre de René.