|** Un orientador espacio de observación resultó este primer Consejo de Gestión Regional (CGR) del año. Mayor y mejor organización y una permanente crítica y autocrítica de todos los procesos ante las actuales realidades, son herramientas de primer orden en este nuevo Inces. La Juventud, los Trabajadores y la Mujer están en la mira central de la labor del instituto.
Prensa Inces sede.-Un ordenamiento estructurado y planificado, en función de las actuales realidades nacionales, en la búsqueda de potenciar la acción formadora del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) en toda la territorialidad nacional, dirigido a todas las gerencias regionales de la institución, resultó el primer Consejo de Gestión Regional (CGR), organizado este año con la participación de todos los gerentes generales y regionales de la institución.
El presidente de Inces, Wuikelman Angel, abordó el encuentro con clara intención de hacer ver la importancia del factor político en las actuales circunstancias y de la necesidad de establecer un mando que minimice la dispersión de esfuerzos. “Hay que tener confianza en los liderazgos establecidos”.
Como aporte a las discusiones planteadas en el CGR, el presidente presentó una infografía denominada “Cadena de Valor” contentiva de diez puntos álgidos en la organización, que merecen mayor esfuerzo y atención.
Allí se ventila la necesidad de una unidad de Cooperación que articule con todas las instancias regionales y abra luces hacia los más pertinentes objetivos de la institución, satisfaciendo necesidades puntuales en las diferentes zonas geográficas. Asimismo, instó a profundizar en la valoración de la formación profesional, pero sobre todo en la formación técnica, es decir, el aprender haciendo.
Se habló del Inces como instancia de integración social e inserción de jóvenes al proceso social de trabajo y como promotor de proyectos y emprendimientos, desde luego, casados con el necesario financiamiento a través de becas, fondos Inces y sobre todo, financiamiento de la banca pública.
Se debe reconformar al instituto como un ente procurador de investigaciones, innovaciones y como mentor propulsor de los encadenamientos productivos en distintos ámbitos de la economía venezolana.
El punto de la Comunicación fue tratado con mucho interés, toda vez que expuso que esta actividad no es solo potestad de la unidad específica en el organigrama del instituto. “Cada funcionario de alto nivel del Inces como gerentes, supervisores, jefes, y en fin, todos las personas responsables de conducir planes y proyectos, deben ser entes comunicadores en sí mismos y relacionados bidireccionalmente con los movimientos populares de su región, como fuentes y receptores de información.
“La comunicación es tan importante, asegura Angel, que todos los gerentes regionales deben tener al menos un programa radial en su entidad y una brigada muralista. La información y su sistematización deben ser continuas y permanentes”.
Finalmente, el máximo líder de la institución hizo un llamado a una mayor organización de movimientos de trabajadores, frentes de lucha y brigadas de acción, para contar con músculo articulador y procurador de objetivos tangibles.
Directrices Generales
El Inces debe abundar en organización e iniciativa, a la vez que debe motorizar objetivos estratégicos al desarrollar sistemas de formación para el trabajo acordes a las exigencias del nuevo modelo de desarrollo socioproductivo. Ampliar las oportunidades de acceso y permanencia activa a los procesos de capacitación de los sectores excluidos de la población. Articular los programas de Formación Profesional a las necesidades y potencialidades de las comunidades por lejanas que resulten. Crear programas de capacitación ocupacional, a fin de entender las necesidades sociales de la población económicamente activa, orientadas al fortalecimiento de la economía productiva.
Se deben incrementar los niveles de efectividad de la gestión en la asignación y uso de los recursos institucionales. Consolidar alianzas estratégicas nacionales e internacionales para el intercambio de tecnologías de cara a la reactivación del aparato productivo de la nación y desarrollar las potencialidades del recurso humano de la organización, a los fines de responder a las exigencias de los avances tecnológicos destinados a fortalecer la producción.
En definitiva, adecuar la institución al difícil momento actual, promoviendo respuestas pertinentes bañadas de inclusión, calidad, producción y más producción, enmarcado todo, en el ámbito socialista.
Participación del Gerente General de Formación Profesional
Las líneas fundamentales de acción para la consecución de los nuevos objetivos fueron trazadas inicialmente por el gerente nacional de Formación Profesional del Inces, Richard Delgado quien expuso de manera general tres propuestas orgánicas que deben contar con el mayor impulso y esfuerzo por parte de todos los involucrados en el encuentro, y a través de ellos, sus equipos de batalla en cada entidad federal.
En principio, debe implicarse a toda la comunidad laboral de manera más estrecha con el Movimiento Nacional de Aprendices, “como bandera de la institución”, tomando en cuenta que este conglomerado es la razón fundamental y el objetivo primario para la existencia de esta institución formadora. De aquí deriva la relevancia que debe suponer el reacomodo del Plan Presidencial Chamba Juvenil, el cual será robustecido, corregido en lo necesario y ampliado de cara a este nuevo período anual.
Otra propuesta orgánica la constituye el necesario fortalecimiento de los Consejos Estudiantiles de las Unidades Educativas Inces, recientemente juramentados los primeros de ellos, con su respectiva expansión a toda la geografía patria. En términos cuantificables, los estudiantes del Bachillerato Productivo Inces deben incrementarse este año 2018, de 16 mil educandos a 82 mil.
Aquí es importante recordar además, apunta Delgado, que el presidente Nicolás Maduro, basado en cifras obtenidas con el Carnet de la Patria, ha decidido impulsar la formación inicial del venezolano (0 a 5 años) para lo cual el Inces debe poner el hombro en la creación de nuevos espacios para tal fin, contando desde luego, con el apoyo de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE).
Como tercera propuesta se presenta el fortalecimiento del tren de formadores del instituto. Otra arista fundamental en el entramado Inces que debe superarse en calidad y cantidad, esperando al menos un brinco de los actuales 2.800 a 4.000 individuos, es decir, incorporar no menos de 1.200 nuevos formadores en esta batalla, sin que ello frene la adhesión de Formadores Voluntarios.
Se hizo énfasis en la mejoras de los canales de comunicación y sistematización de data, que entre otras muchas ventajas significaron que este 2017 resultara récord en cuestión de cierre anual. “Este 2018, debe ser aún mejor”.
Se planteó la necesidad de esforzarse hacia la consecución de al menos un centro formativo (mínimo una extensión de un centro, con un coordinador y los Promotores o Maestros Técnicos Productivos necesarios, en un espacio prestado) en cada municipio, o sea, la municipalización del Inces.
T/ Ivaldo Rodríguez
