** De nuevo el personal del Inces está al pie del cañón para brindar el apoyo político y social que una acción criminal como ésta requiere. La marcha se realiza en defensa de la soberanía e independencia del país, tras el atentado contra el presidente Nicolás Maduro
Ivaldo Rodríguez | Sede
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) convocó y lleva a cabo este lunes 13 de agosto, una movilización en Caracas en apoyo al presidente Nicolás Maduro en defensa de la soberanía e independencia del país, tras el magnicidio frustrado del que fue víctima el primer mandatario nacional el pasado sábado 4 de agosto.
Como en todas las convocatorias, el personal de Inces se activó de manera expedita y acudió al llamado de solidaridad con la algarabía y alegría que lo caracteriza.
La actividad cívico-militar ha sido denominada «La Patria llama» e inició en un recorrido desde el popular muro del barrio de Petare para caminar hacia el centro de la ciudad en la zona del Parque Carabobo, indicó la organización política a través de los medios.
Han sido muchos los estados que se han sumado a realizar movilizaciones y todas han resultados masivas y contundentes.
En Caracas se trató de una movilización que se fue agrupando y masificando en la medida de su avance. Centenares de revolucionarios al unísono manifestaban que lo hacen “por la justicia y la paz, en defensa de la soberanía e independencia de Venezuela”.
No obstante, durante la semana pasada se llevaron a cabo otras marchas y manifestaciones en varios estados del país, para condenar el intento de magnicidio y respaldar al gobierno bolivariano. En el caso del Inces, se pudo observar un pronunciamiento de parte de los movimientos juveniles que hacen vida en la institución con apoyo considerable de participantes y aprendices del instituto.
Líderes y presidentes del diferentes naciones, así como partidos políticos y movimientos sociales del mundo entero, se pronunciaron contra el ataque a la democracia en el país, al punto que el primer mandatario nacional se vio en la necesidad de organizar un acto de desagravio a las Fuerzas Armadas, toda vez que se filtró en información privilegiada que serían los cuerpos castrenses los culpabilizados de los que podría haber sido una desgracia sin precedentes.
