CFS de Quibor cuenta con una panadería comunitaria

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** Entre 280 y 300 panes se producen en la unidad productiva que beneficia a las familias cercanas a la institución formativa

GAUDY LÓPEZ | LARA

Uno de los alimentos de mayor consumo diario en todo el mundo, y que es utilizado como complemento de todo tipo de comida es el pan. Este carbohidrato es elaborado en distintas presentaciones por cuatro mujeres quiboreñas desde la Panadería Comunitaria, instalada en el centro de formación socialista (CFS), José Bernardo Dorante de Quibor, municipio Jiménez, en el estado Lara. El tradicional amasijo es vendido a las comunidades cercanas al centro formativo del Inces, entre 20, y 60 bolívares soberanos.

Manos productivas que producen con compromiso para el pueblo

Cada mañana, Ángela Léon, Omaira Rodríguez y Marlen León le sacan provecho al aprendizaje obtenido en el curso de panadería en la Misión Vuelvan Caras en el 2005, y se disponen, con sus propias manos, a amasar, bolear, darle forma y hornear el tradicional pan en tres presentaciones: salado, dulce y piñita para ponerlo en las mesas de las familias quiboreñas a precios accesibles.

Con esta Panadería Comunitaria se benefician trabajadores de algunas instituciones del Estado y a la comunidad educativa, quienes diariamente llegan al José Bernardo Dorante para obtener el preciado y apetecible alimento.

El tradicional alimento llega a la mesa de las familias quiboreñas a precio solidario

El pan salado tiene un costo de 20 Bs. S, el dulce es vendido a 60 y el combo de 10 panes piñitas tiene un módico costo de 60 bolívares soberanos, permitiendo a los beneficiarios adquirir a precio económico uno de los alimentos que más consumen los venezolanos para acompañar todo tipo de comida.

La panadería constituye el proyecto productivo bandera del CFS José Bernardo Dorante del Inces, que en tiempos de revolución está llamado a formar, innovar y producir; así lo dijo Fernando Arrollo, el coordinador encargado y supervisor docente del centro donde funciona la panadería en el sector El Calvario de la parroquia Juan Bautista Rodríguez en el municipio Jiménez.


A este arte milenario de hacer pan, que ha estado presente en la transformación de nuestra sociedad, se suma la adolescente Magdalia Giménez de 17 años, hija de Ángela León una de las panaderas comprometidas con la producción del tradicional pan. “Con nuestro trabajo contribuimos a enfrentar la guerra económica y ayudar a las familias a obtener el pan a buen precio”

LT.