BRAI: alternativa para la organización popular

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** Impulsadas por el Inces Trujillo

MARÍA CABRERA – Trujillo

El ataque cibernético y telemático al sistema eléctrico del Guri permitió a las instituciones y organizaciones populares reconocer algunas debilidades que se tienen ante situaciones como la recientemente padecida por los venezolanos: la ausencia total del servicio eléctrico.

La imposibilidad primaria de no tener conocimiento de lo que ocurría obligó a la población a esperar los informes oficiales por parte del gobierno del presidente Nicolás Maduro. Para algunos, escuchar las explicaciones dadas por los medios oficiales, fue quizá el elemento que evitó que alteraciones del orden público y la consumación de un golpe de Estado que pudo estar respaldo por el poder popular, de acuerdo a los planes de la derecha internacional que, en complicidad con la nacional, nuevamente dejaron de lado el sentir y padecer de un pueblo que no quiere guerra, ni enfrentamientos.

De esta manera sencilla concluye el análisis de la reunión sostenida entre los coordinadores de programa, maestros técnicos productivos del Motor Industria y los centros de formación socialista (CFS) del Inces Trujillo con la Gerencia Regional quien les informó de algunas directrices nacidas precisamente de estos últimos acontecimientos.

Uno de ellos tiene que ver con la conformación de las Brigadas Revolucionarias de Acción Inmediata (BRI), grupos integrados por personal especialista del Inces Trujillo en materia de electricidad, mecánica en general, bombas de agua y reparación de electrodomésticos, quienes tendrán la tarea de proporcionar las condiciones mínimas de funcionamiento de los espacios de los CFS y luego ofrecer ayuda a los ambulatorios y hospitales como aporte del organismo al sano desenvolvimiento de la operatividad de otras instituciones del Estado.

Explicó Angélica Morón, gerente regional, que esta acción simple el Inces Trujillo la viene ofreciendo desde hace tiempo a varios instituciones que ante alguna eventualidad han requerido su apoyo, pero es en esta coyuntura de contingencia nacional cuando se pensó en el apremio de impulsar un grupo y darle la formalidad requerida ante las debilidades de la organización popular carente de herramienta para solventar sus limitaciones más apremiantes.

“Aquí no vale la cantidad, sino la calidad con la que se pueda solventar un problema; ya lo acabamos de ver cuando nuestras comunidades, que carecían de un brazo operativo o contaban con miembros que tenían responsabilidades limitadas, en la mayoría de los casos, por desconocimiento de qué hacer ante una situación puntual de guerra no convencional como la aque atraviesa el país”.

“Por ello hemos pensado en ofrecer nuestros modestos conocimientos al servicio de la comunidad, escuelas, hospitales, CDI, entre otros; considerando que desde esta acción podemos generar mayores y mejores forma de respuesta comunitaria puntual, como la registrada, porque conocemos de la materia y tenemos la capacidad para, en momentos de crisis, reaccionar”, dice Angélica Morón.

Esta ayuda se puede efectuar a través de cursos que se ofrezcan, afinando e impactando en aquellas formaciones en proceso que se están generando para que los aprendices vean la diferencia y apliquen los conocimientos adquiridos en cada una de los ciclos de enseñanza que enmarca el periodo de aprendizaje que cumplen en esta institución.