Sede | El joven Mariscal Sucre: como ejemplo de juventudes

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** Con la historia como protagonista, se hizo un profundo llamado de consciencia que hoy más que nunca cobra fortaleza

Ivaldo Rodríguez | Prensa Inces sede

Muy denso e ilustrativo resultó el programa N.º 119 de Somos Inces, transmitido por Radio Miraflores este jueves 6 de febrero. Se desarrolló como una amena conversación entre el presidente del Centro Nacional de Historia, Alexander Torres como invitado, y el joven periodista y moderador del espacio, Luis Angel Martínez. El fondo grueso de la emisión lo constituyó la discreta pero enorme figuración que conlleva en nuestro pasado y hacia nuestro presente el Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre, ejemplo ideal y arquetipo necesario para la juventud venezolana.

La relación entre el natalicio de Sucre (3.2.1895) y el venidero aniversario del Día de la Juventud – Batalla de La Victoria (12.2.1814), inspiró el programa. Expuso Torres que el joven Sucre sería la figura ideal para rescatar la identidad patriótica. Su lealtad y apego al proyecto independentista de Simón Bolívar lo singulariza en la historia. Con todo y la desmesurada diferencia de edad entre ambos (12 años), surgió una mutua admiración respaldada por el ímpetu de los grandes. Ambos mantuanos y muy bien formados salvaron la tremenda diferencia o discrepancia que significaba que uno fuere caraqueño y el otro oriental y la simbiosis comenzó en 1817 cuando el cónclave del oriente (Piar, Bermúdez, Mariño) en la Junta Suprema de Cumaná, pretende desconocer al Libertador; pero el joven cumanés reconoce en su genio la próxima libertad de los pueblos de este lado de América.

El joven Sucre fue un ser bañado de bondad y humanidad, sufrió los rigores de la guerra, le asesinaron 14 familiares cercanos y luego en el tiempo fue capaz de perdonar a sus verdugos. No fue militar cuartelero, se jugó la vida en incontables ocasiones; fue artesano de las más duras batallas (Junín, Pichincha y sobre todo, Ayacucho) con tan solo 24 años de edad. A los 35 había alcanzado todos los rangos militares posibles. Criticaba a Bolívar y éste le reconoció al punto de escribirle una biografía. Legisló en favor de la escuela gratuita y la Hacienda Pública. Veló por la salud de los ancianos. Tenía luz propia, aunque era más triste y taciturno que Bolívar; a su muerte, éste pronunció: “Se ha derramado la sangre del inocente Abel,.. la bala cruel que le hirió el corazón, mató a Colombia y me quitó la vida”. Era el sucesor natural del Libertador y ello aceleró se deceso. En cierta ocasión Bolívar le declara: “Usted es el único que puede disputarme la gloria”. En definitiva, es el mejor paradigma de la juventud.

Al principio del espacio el invitado especial detalló que el Centro Nacional de Historia es la institución rectora de la política del Estado venezolano en todo lo concerniente al conocimiento, investigación, resguardo y difusión de la historia nacional y la memoria colectiva del pueblo connacional. Su función esencial es la reivindicación de nuestra historia como fuente de identidad y conciencia.

En otro aparte del fructífero diálogo se habló del “febrero rebelde” y se recordó que el 1ero de febrero nació Zamora, el 2 Chávez asume la presidencia, el 3 se conmemora el natalicio de Sucre, el 4 día de la dignidad, el 6 nace Fabricio Ojeda, el 12 Día de la Juventud, el 14 ocurren manifestaciones estudiantiles (estudiantes del 28), el presidente López Contreras se ve forzado a liquidar el “gomecismo” que aún imperaba en su recién fundado gobierno, 15 el Grito de la Federación (que da inicio a la guerra de los 5 años) y el 27 estallido social (El Caracazo).

También se trataron en el programa temas como la Doctrina Monroe, el americanismo acomodaticio de EEUU y su particular visión de la historia.

Finalizamos con una frase refulgente de Alexander Torres: la historia es ciencia del presente, está viva, debe ser democratizada, su filosofía rebasa la visión pragmática y meramente fáctica del acontecer, es memoria y es esperanza.

I.R