** En Franyelis Quintero se evidencia un ejemplo de la juventud emprendedora y soñadora
El Inces tiene 60 años de fundado, en él se han capacitados miles de personas provenientes de los distintos sectores del país, entre ellas jóvenes, muchos de estos han desempeñado un importante rol en puestos de trabajos, pues sin duda han sido valorados y reconocidos por la formación Inces.
La gran experiencia indica que el Inces ha brindado oportunidad a los jóvenes de formarse en los distintos programas y áreas productivas, desde su creación hasta los actuales momentos, adaptando su metodología a nuevas exigencias del país y de la juventud emprendedora con la dinámica del aprender haciendo y la práctica de una educación liberadora.
Lo novedoso de esta práctica, es que el Inces valora las capacidades del ser humano en particular la de los jóvenes, dándoles herramientas formativas y productivas para incorporarlos y ocuparlos a temprana edad con un oficio en el campo laboral para que así contribuyan con su profesionalismo y creatividad a las transformaciones estructurales de la nación.
Un retrato que puede servir de ejemplo es el de la joven Franyelis Quintana, quien ingresó al Programa Nacional de Aprendizaje (PNA) en el año 2018 y se formó en el oficio de Asistente Administrativo; actualmente se encuentra prestando sus prácticas de servicios en el Inces como parte de las oportunidades que se les brinda para conocer más acerca de la institución.
Esta joven entusiasta, oriunda de la parroquia el Silencio, municipio Maturín, estado Monagas, duró un año en la formación teórica. “Yo entré al programa a los 17 años de edad y mi experiencia fue muy brillante, ahí aprendí muchas cosas, a desenvolverme, socializar con otras personas, de hecho, me ayudó mucho porque era muy introvertida”.
La joven recuerda que una de las experiencias más satisfactorias que vivió en el proceso de formación teórica fue el de aprender acerca del módulo de mercadeo, porque le gusta las ventas, la publicidad, hacer su propio negocio y ofrecerle lo mejor a las personas, ya que cuenta con el conocimiento de trabajar con alimentos sin gluten para los niños con alguna condición de salud.
De este modo hace un recuento de lo fue su paso por las aulas de clases en las que el Inces le dió el carácter de trabajador en proceso de formación y le brindó la oportunidad de tener su primer empleo.
“Indiscutiblemente, el Inces es una herramienta que ayuda a las futuras generaciones a superarse, a proyectarse, a tener conciencia y disciplina y a generar procesos productivos formativos en cualquier espacio, con una visión emprendedora, colectiva y estratégica; elementos necesarios para el desarrollo del país y la proyección de Venezuela como país potencia”, comentó Quintana.
El Inces, aparte de formar a los jóvenes en un área técnica, también permite el aprendizaje en otros aspectos de la vida, en el rescate de los valores, los principios, a desenvolverse en las áreas de la cultura, el deporte, la recreación y también les da participación en las actividades políticas necesarias para entender lo que está pasando en el entorno y ser personas integrales y patriotas.
En Quintana se puede visualizar un agradecimiento con el Inces y con las personas que la ayudaron, como a sus padres, sus profesores y sus compañeros de curso, porque lo que ha aprendido en el campo laboral se lo debe a todos ellos.
Indica que entre sus aspiraciones está el conseguir un apoyo financiero para emprender su proyecto de alimentos sin gluten y ayudar a otras personas a cuidar su salud y por otro lado tiene el reto de seguir preparándose para ocupar cargos de mayor responsabilidad, como gerente de alguna institución. “Tenemos que pensar en grande, pues somos la generación de relevo”, enfatizó Quintero.
FM
