** 24 de julio: natalicio del Libertador Simón Bolívar
Simón Bolívar nació en la ciudad de Caracas el 24 de julio de 1783. Sus padres fueron el Coronel don Juan Vicente Bolívar y Ponte, y doña Concepción Palacios Blanco
En julio de 1795, Simón Bolívar pasó algunos meses en la casa de don Simón Rodríguez (1771-1854), nacido también en Caracas, quien regentaba entonces la Escuela de primeras letras de la ciudad. Entre aquel genial pedagogo y reformador social, y el niño Simón Bolívar, se estableció pronto una corriente de mutua comprensión y simpatía, que duraría tanto como sus vidas.
En 1797, aun cuando no tenía 14 años cumplidos, ingresó como cadete en el Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua, fue ascendido a Subteniente, el adiestramiento práctico militar, Bolívar, lo combinaba con el aprendizaje teórico de materias consideradas entonces la base de la formación castrense: las matemáticas, el dibujo topográfico, la física, etc., que aprendió en la Academia
En mayo de 1802 en Madrid, contrajo matrimonio, el día 26, con María Teresa, pero poco duró la felicidad de Simón. María Teresa murió en enero de 1803.
El joven viudo regresó a Europa y en esa época de su vida, se entrega con pasión a la lectura y de nuevo se encuentra con Simón Rodríguez, Van juntos a Italia, y cruzan a pie la Saboya. En Roma, un día de agosto de 1805, en el Monte Sacro, Bolívar jura en presencia de su maestro no dar descanso a su brazo ni reposo a su alma hasta que haya logrado libertar al mundo Hispanoamericano de la tutela española.
A fines de 1806, conocedor de los intentos realizados por el Precursor Francisco de Miranda en Venezuela, Bolívar considera que ha llegado el momento de volver a su patria. El 19 de abril de 1810, la Junta establecida ese día nombra a Bolívar, en compañía de Luis López Méndez y de Andrés Bello, comisionado ante el Gobierno Británico. Cumplida su misión, Bolívar regresa de Londres a fines del mismo año.
En el seno de la Sociedad Patriótica de Caracas es uno de los más sobresalientes abogados de la Independencia, que el Congreso proclama el 5 de julio de 1811.
Bolívar se incorpora al Ejército, y con el grado de Coronel contribuye en 1811, bajo las órdenes de Miranda, al sometimiento de Valencia. A mediados de 1812, el General Miranda capitula ante el jefe español Domingo de Monteverde. En el puerto de La Guaira un grupo de oficiales jóvenes, entre los cuales figura Bolívar, deseosos de continuar la lucha, arrestan al infortunado Precursor. Pero todos los esfuerzos son inútiles.
Bolívar logra salvarse gracias a la hidalguía de un amigo suyo, don Francisco Iturbe, quien obtiene un pasaporte para él. Se traslada a Curazao, y luego a Cartagena de Indias, donde redacta y publica su «Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño», uno de los escritos fundamentales, en el cual expone ya su credo político, así como los principios que habrán de guiar su acción en los años futuros.
Con un pequeño ejército Bolívar a la cabeza comienza su hazaña en el Río Magdalena, toma en febrero de 1813 la Villa de Cúcuta, e inicia en mayo la liberación de Venezuela.
La serie de combates le condujeron vencedor con la Campaña Admirable iniciada el 6 de agosto, desde la frontera del Táchira hasta Caracas, su paso por Trujillo, en junio, había dictado el Decreto de Guerra a Muerte, con el objeto de afirmar el incipiente sentimiento nacional de los venezolanos. A su paso por la ciudad de Mérida, los pueblos le habían aclamado Libertador, título que le confieren solemnemente en octubre de 1813 la Municipalidad y el pueblo de Caracas.
La Guerra a Muerte hace furor, y los combates y batallas indecisos, afortunados o perdidos, se suceden unos a otros con gran rapidez, lo que trae como consecuencia la caída de la Segunda República, A pesar de victorias como la de Araure, la de Bocachica, o la primera batalla de Carabobo, y de resistencias tan heroicas como la del campo atrincherado de San Mateo y de la ciudad de Valencia, tanto Bolívar como el General Santiago Mariño (quien había libertado antes el Oriente del país) se ven obligados a ceder ante el número de los adversarios, cuyo principal caudillo es el realista José Tomás Boves. Éste triunfa en la Batalla de La Puerta (junio de 1814), y los patriotas se ven en la necesidad de evacuar la ciudad de Caracas.
Bolívar y Mariño ven su autoridad desconocida por sus propios compañeros de armas y el Libertador halla de nuevo fraterno asilo en la Nueva Granada, donde interviene con suerte en las contiendas políticas internas y logra que la ciudad de Bogotá se incorpore a las Provincias Unidas. En mayo de 1815, hallándose frente a Cartagena, Bolívar abandona el mando para evitar el estallido de la guerra civil.
Bolívar, aislado en Jamaica desde mayo hasta diciembre de 1815, medita acerca del destino de Hispanoamérica y redacta en septiembre la célebre Carta de Jamaica, donde abraza con penetrante comprensión y con visión profética el pasado, el presente y el porvenir del Continente.
Bolívar se traslada a la República de Haití, en busca de recursos para continuar la lucha. El Presidente de aquel Estado, Alejandro Petión, se los proporciona con magnanimidad. Pronto sale de Los Cayos una expedición al mando de Bolívar, que llega en mayo de 1816 a la Isla de Margarita y pasa poco después al Continente.
A comienzos de 1817 Bolívar se halla en Barcelona. Su objetivo es apoderarse de la Provincia de Guayana, y hacer de ella la base para la liberación definitiva de Venezuela. En julio, la capital de aquella Provincia, Angostura (hoy Ciudad Bolívar), es tomada por los patriotas. Se organiza de nuevo el Estado. Bolívar crea el Consejo de Estado, el Consejo de Gobierno, el Consejo Superior de Guerra, la Alta Corte de Justicia, el Tribunal del Consulado, y se preocupa por establecer un periódico (que aparecerá el 27 de junio de 1818), el «Correo de Orinoco».
El Segundo Congreso de Venezuela, convocado por Bolívar, se reúne en Angostura el 15 de febrero de 1819. Ante él pronuncia un Discurso que es uno de los documentos fundamentales de su ideario político. Le presenta, también, un proyecto de Constitución. Poco después emprende la campaña que habrá de libertar a la Nueva Granada. Obtiene un triunfo decisivo en la batalla de Boyacá, el 7 de agosto. Días después Bolívar entra en Bogotá. Dejando organizadas las provincias de la Nueva Granada bajo el mando del General Santander, el Libertador regresa a Angostura, donde el Congreso, a propuesta suya, expide la Ley Fundamental de la República de Colombia en diciembre de 1819. Este gran Estado, creación del Libertador, comprendía las actuales repúblicas de Venezuela, Colombia, Ecuador y Panamá.
El 24 de junio de 1821, en la Sabana de Carabobo, Bolívar da una batalla que decide definitivamente la independencia de Venezuela. Los restos del Ejército Realista se refugian en Puerto Cabello, que caerá en 1823. El Libertador entra triunfador en su ciudad natal en medio de la alegría de sus conciudadanos.
En 1822 dos ejércitos patriotas tratan de libertar a Quito: Bolívar conduce el del Norte, y el General Antonio José de Sucre el del Sur partiendo de Guayaquil. La acción de Bomboná, dada por Bolívar en abril, quebranta la resistencia de los pastusos, mientras que la batalla de Pichincha, ganada por Sucre el 24 de mayo, liberta definitivamente al Ecuador, que queda integrado a la gran República de Colombia.
En Quito Bolívar conoce a Manuela Sáenz, el gran amor de los últimos años de su vida. El 25 de julio, Bolívar en Guayaquil, se entrevista con el General José de San Martín, los dos ilustres capitanes de la Independencia Suramericana. El objetivo principal del General San Martín, era negociar sobre el destino futuro de Guayaquil, no pudo realizarse, puesto que la Provincia se había incorporado ya a la República de la Gran Colombia.
El General Sucre, en Ayacucho, pone el sello definitivo a la libertad americana el 9 de diciembre de 1824. Dos días antes, desde Lima, Bolívar había dirigido a los gobiernos de Hispanoamérica una invitación para enviar sus plenipotenciarios al Congreso Anfitiónico de Panamá, que habría de reunirse, el cual efectivamente se celebró en junio de 1826.
El Cuzco y las provincias que entonces se llamaban del Alto Perú. Éstas se constituyen en Nación, y lo hacen bajo la égida del héroe: «República Bolívar», se llamó la que hoy conocemos con el nombre de Bolivia. Para el Nuevo Estado Bolívar redacta en 1826 un Proyecto de Constitución en el cual están expresadas sus ideas para la consolidación del orden y la independencia de los países recién emancipados.
Entretanto, una Revolución acaudillada por el General Páez -«La Cosiata»- ha estallado en Venezuela contra el Gobierno de Bogotá, en abril de 1826. Bolívar regresa a Caracas y logra restablecer la paz a comienzos de 1827. Sin embargo, las fuerzas de disociación predominan sobre las tendencias aglutinadoras. Bolívar se distancia más y más, política y personalmente, del Vicepresidente Santander, hasta que sobreviene la ruptura total. El 4 de julio de 1827 Bolívar sale por última vez de Caracas, se embarca en La Guaira, y por la vía de Cartagena llega a Bogotá. Allí, el 10 de septiembre, presta ante el Congreso juramento como Presidente de la República.
La Convención Nacional reunida en Ocaña en 1828 se disuelve sin que los diversos partidos hayan logrado ponerse de acuerdo. Bolívar, aclamado Dictador, escapa en Bogotá, en septiembre de aquel año, a un atentado contra su vida; poco después ha de ponerse en campaña para enfrentarse a las fuerzas del Perú que han penetrado en el Ecuador, en donde permanece durante casi todo el año de 1829.
A pesar de estar enfermo y de sentirse cansado, lucha por salvar su obra. A comienzos de 1830 vuelve a Bogotá para instalar el Congreso Constituyente. Venezuela se agita de nuevo y se proclama Estado Independiente. En la Nueva Granada la oposición crece y se fortalece. El Libertador, cada vez más enfermo, renuncia a la Presidencia y emprende viaje hacia la Costa. La noticia del asesinato de Sucre, que recibe en Cartagena, le afecta profundamente. Piensa marchar a Europa, pero la muerte le sorprende en San Pedro Alejandrino, una hacienda situada en las cercanías de Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. Días antes, el 10, había dirigido a sus compatriotas su última proclama, que es su testamento político.
Simón Bolívar, Libertador de Colombia. A los pueblos de Colombia Colombianos:
Habéis presenciado mis esfuerzos para plantear la libertad donde reinaba antes la tiranía. He trabajado con desinterés, abandonando mi fortuna y aun mi tranquilidad. Me separé del mando cuando me persuadí que desconfiábais de mi desprendimiento. Mis enemigos abusaron de vuestra credulidad y hollaron lo que me es más sagrado, mi reputación y mi amor a la libertad. He sido víctima de mis perseguidores, que me han conducido a las puertas del sepulcro. Yo los perdono.
Al desaparecer de en medio de vosotros, mi cariño me dice que debo hacer la manifestación de mis últimos deseos. No aspiro a otra gloria que a la consolidación de Colombia. Todos debéis trabajar por el bien inestimable de la Unión: los pueblos obedeciendo al actual gobierno para libertarse de la anarquía; los ministros del santuario dirigiendo sus oraciones al cielo; y los militares empleando su espada en defender las garantías sociales.
¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la Unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.
Bolívar, sobresalió entre sus contemporáneos por sus talentos, su inteligencia, su voluntad y abnegación, cualidades que puso íntegramente al servicio de una grande y noble empresa: la de libertar y organizar para la vida civil a muchas naciones que hoy ven en él a un Padre. Sus restos mortales, traídos a Venezuela con gran pompa en 1842, reposan hoy en el Panteón Nacional.