Tinta cruda / Por Alfredo Carquez
Venezuela necesita producir alimentos y todo lo que sea útil para garantizar el bienestar de su población y defender nuestra soberanía. Esta afirmación no tiene nada de novedoso, pues la preocupación -pudiera decirse- comenzó a ser parte del debate político cuando la República se construía enfrentando a sangre y fuego la tozudez y atraso ideológico de Fernando VII.
En esta larga discusión ha habido hitos ilustrados con frases célebres como: “inventamos o erramos” o “enseñen, y tendrán quien sepa; eduquen, y tendrán quien haga”, de Simón Rodríguez. O aquella mediante la cual se nos pedía “sembrar el petróleo”, que algunos se la atribuyen a Alberto Adriani y otros a Arturo Uslar Pietri.
En tiempos en los que se intensifica aun más la agresión del imperialismo estadounidense y de sus serviles aliados de Europa y nuestra región, se hace urgente pasar del pensamiento, los discursos y el intercambio intelectual, a la práctica.
Es decir, si el Estado planifica y decide, por ejemplo, aumentar la producción agrícola, debe fomentar la formación de profesionales y técnicos que hagan posible alcanzar esa meta. Si se siembra maíz o tomates, hay que saber cómo hacerlo; hay que saber hacer el fertilizante, hay que saber cómo mantener los silos, cómo reparar el tractor, cómo instalar el sistema de riego; hay que saber cómo procesar el producto, cómo conservarlo. Si se quiere exportarlo hay que saber de empaque, de mercadeo.
Y es aquí donde debería entrar en juego -con apoyo y coordinación- por parte del Ejecutivo Nacional, del sector empresarial público y privado, y de los trabajadores organizados, una institución que la semana que viene arriba a sus 61 años.
Me refiero en estas líneas al Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista. Es el Inces, con su larga tradición y experiencia, la organización que debería abarcar en su trabajo diario a todo el sistema educativo venezolano: desde la educación inicial, básica y secundaria, para comenzar a inspirar desde las edades más tempranas el amor por el hacer.
Augusto Mijares, en su obra El Libertador cita una frase del maestro Simón Rodríguez mediante la cual describe al genio de América: “Bolívar sabe que no puede ser más de lo que es; pero que si puede hacer más de lo que ha hecho”. El Inces ha hecho mucho pero tengo la seguridad de que, con mayo y mejor coordinación, planificación y apoyo, puede hacer más.
alfredo.carquez@gmail.com
Caracas
