El Inces supera las seis décadas de formación útil al país

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** Segunda entrega

IVALDO RODRÍGUEZ

Llegado el nuevo milenio, el carrusel de la vida social venezolana continua, y sus instituciones Y organizaciones deben asimilar las alertas de cambio. De este contexto no escapa el Inces. Con la llegada de la Revolución Bolivariana se revisaron todos los órdenes formativos de la institución, en busca de la mayor pertinencia social y adaptabilidad a los distintos entornos culturales.

Con el apoyo de la Ley Paraguas el instituto asume un mega proyecto de modernización tecnológica y se presta, por sus características estructurales y su gran abarque geográfico, a servir de plataforma para diversas misiones sociales, que de gran manera, calaron en los sectores populares y rurales del país.

Misiones

Como la primera y más exitosa misión fue calificada la hija del Inces: la Misión Robinson, creada el 1 de Julio del 2003 con el lema, ¡Yo sí puedo! el líder eterno de la Revolución Bolivariana, Comandante Hugo Chávez, la propuso para  enseñar a jóvenes y adultos de diversas edades las herramientas de aprendizaje en lectura y escritura donde pobres, indígenas, privados de libertad, adultos mayores y personas con discapacidad ( en fin todos los venezolanos), sin importar edad, condición o ubicación geográfica, pudieran leer y escribir, es decir: ver la luz.

Fueron en primera tanda 1.484.543 personas alfabetizadas con el apoyo de Cuba, y con lo cual la nación alcanzó uno de los objetivos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para este milenio en materia educativa y el país fue declarado territorio libre de analfabetismo por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

El año 2004 ve nacer la Misión Vuelvan Caras sustentada en el instituto como un programa que puso en marcha el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela con el objetivo de incorporar a los ciudadanos del país a la sociedad y transformar, de este modo el modelo económico hacia un patrón real basado en la economía social. Esta misión viene a completar al resto de las misiones bolivarianas, sobre todo a las centradas en la educación, tal como la Misión Sucre, Ribas y hasta la económica Misión Mercal. Vuelvan Caras tuvo como finalidad garantizar la participación de los venezolanos en la creación de riqueza, dejando a un lado condiciones propias de exclusión social y buscando que todos puedan gozar de una calidad de vida digna.

Otra gran iniciativa Inces la constituyó la Misión Che Guevara, que posada en el Instituto, se erigió para formar a los participantes a manera de que éstos cuenten con las herramientas cognitivas útiles para organizarse y desarrollarse de forma sustentable, en cualquier área socioproductiva, bajo principios socialistas.

Lo anterior no excluye el apoyo irrestricto a otras misiones: Saber y Trabajo, Sucre, Ribas y en fin… un abanico de capacitación popular.

 

Se acelera la adaptación a las circunstancias

A lo interno propiamente y en la continuación de la evolución educativa, el  23 de junio, reimpreso el 8 de julio de 2008 se publicaba el Decreto No. 6.058, con rango y fuerza de ley, donde se cambiaba totalmente al INCE por el INCES.

 

Los hombres y mujeres formados en el Inces estuvieron en capacidad de decidir si desarrollarían los aprendizajes adquiridos a través de proyectos productivos particulares, cooperativas, empresas familiares o del Estado, entre otros.), todo ello implicó un cambio de filosofía que tuvo su sostén legal, en su nueva ley.

 

Seguidamente inicia “esta casa de formación de todos” el desarrollo de  programas de capacitación política, técnica y productiva, dirigidos verdaderamente al pueblo, valorando el diálogo de saberes en las diferentes áreas del conocimiento, contribuyendo al desarrollo socioeconómico del país, en el marco de la construcción del modelo económico necesario.

 

Posteriormente un nuevo aire penetra la institución con talento humano calificado para garantizar la formación técnica de la fuerza de trabajo que urge, con la conciencia ideológica y revolucionaria que requiere el país, concibiendo el trabajo como herramienta liberadora, que conduce a la apropiación de los medios de producción por parte del Poder Popular, coadyuvando a la transformación del modelo productivo hacia la construcción de un sistema económico socialista muy fructífero y equitativo.

 

Ya en el último lustro y con una nueva dinámica administrativa el Inces asume una orientación programática que diversifica las posibilidades de colocar formación técnica social y productiva a través de distintas modalidades con dirección específica cada una ellas. De allí tenemos:

 

–       Programa Nacional de Aprendizaje

–       Certificación y Acreditación del Conocimiento

–       Adiestramiento en Empresas

–       Formación Delegada

–       Programa Nacional de Emprendimiento

–       Formación de Formadores

–       Inces Militar

–       Bachillerato Productivo

–       Plan Trabajadores

–       Educación Especial

–       Penitenciario

–       Intercultural Bilingüe

–       Formación Productiva

En adelante el Inces, en respuesta a la situación país y en el empeño de acabar con el rentismo capitalista,  las actuales autoridades se proponen transformar progresivamente cada uno de sus  centros de formación socialista (CFS), en Núcleos de Educación Productiva (NEP), desde donde se apalanque el desarrollo soberano, nacional e inclusivo, donde el participante puede ir al Inces, pero el Inces también llega hasta sus comunidades a satisfacer requerimientos formativos con alto índice de pertinencia y solventando necesidades puntuales.

De cortar definitivamente con el pasado, asumir la producción de bienes y servicios con una Pedagogía Productiva y otros tópicos periféricos estaremos tratando en la próxima entrega.

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