Luis Beltrán Prieto Figueroa: un visionario a carta cabal

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** Partió aquel 23 de abril de 1993, a la edad de 91 años, nos parece que fue ayer, por la simple razón que su obra y recuerdo se mantienen intacto en la memoria de venezolanos, en especial, de los trabajadores y maestros Inces quienes dan fiel cumplimiento a la estrategia del “Formar Produciendo, Producir Formando” y consolidan la Formación Técnica Profesional como Política Pública

MARÍA CABRERA

No se exagera cuando se asegura que el maestro Luis Beltrán Prieto Figueroa fue un visionario, un auténtico lider. Y es que la historia del “Maestro de MaestroS” resulta fascinante, ejemplarizante y motivadora. Quienes laboramos en el ahora Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) sentimos un profundo respeto por este hombre que valió lo que midió, porque su espigada figura sorteó muchas dificultades para llevar a cabo sus proyectos.

Este venezolano, coautor de la Primera Ley de Educación que data 1948, y creador de la tesis “El Estado docente” fue un hombre preocupado por el bienestar de las mayorías empobrecidas y lo demuestra en esa conferencia que dictada en la escuela normal Miguel Antonio Caro, en agosto de 1946 cuando expresa en términos claros y precisos:

«Todo Estado responsable y con autoridad real asume como función suya la orientación general de la educación. Esa orientación expresa su doctrina política y en consecuencia, conforma la conciencia de los ciudadanos«.

Muchos dicen que esa tesis inspirada en el Estado Social, concepto del alemán Hermann Heller, del pensamiento político alemán de la época, sirvió de base para ceñir sus pasos políticos y configurar instituciones como esta, que nació con el nombre original de Ince (Instituto Nacional de Cooperación Educativa) cambiando su nombre con la llegada de la revolución Bolivariana para adecuarlo a los nuevos tiempos.

Precisamente, y basado en esa inquietud permanente que fue la razón del ser del “Maestro de América” se comenta que el gobierno del entonces presidente Hugo Chávez, consideró necesario efectuar cambios profundizando en la misión y visión en el entendido que la juventud y las personas debían responder a las realidades de una coyuntura mundial distinta a la 1959 cuando se fundó.

Es decir, manteniendo la formación y capacitación de las mayorías con una Ley basada en las ideas de este insigne maestro, quien probó una educación totalmente diferente para su época, con énfasis en el trabajo, las capacidades y el oficio, pero que responda a las inquietudes de las obligaciones de la Venezuela del siglo XXI.

Gracias a su legado hoy contamos, bajo su misma filosofía, con  las Brigadas Productivas del Inces en el área de Textil, Industria, Panadería y otras que hacen vida activa en los distintos núcleos del Inces en toda la geografía nacional y que le ponen el pecho a la brisa resolviendo necesidades comunitarias en situaciones puntuales como la del paro eléctrico en marzo del 2019.

Un Amén para nuestro padre, mentor de los trabajadores del Inces, quienes en medio de esta adversidad mundial le recordamos y reiteramos por encima de las circunstancias el afecto, cariño eterno para quien pensó en lo mejor para los menos favorecidos: trabajadores, estudiantes…Que así sea.