** Está sería la tercera y más grande de las rampas de un circuito de 6 piezas, gracias a la autogestión y el trabajo voluntario interno de quienes aman y practican los deportes extremos en El Spot
NADIA LOBO
Desde los talleres de herrería del Inces Mérida, se vienen diseñando y construyendo las rampas móviles que permitirá a los jóvenes deportistas la exhibición de circuitos de Skate mostrando sus habilidades en patineta de manera itinerante.
Así lo dio a conocer el gerente regional del Inces, Geldrit Roca, quien destacó que siguiendo lineamiento del Gobierno Bolivariano y dando cumplimiento a la alianza entre esta institución y el Núcleo de Producción Cultural “El Spot” donde se combina la naturaleza con canchas de usos múltiples, estudios de audiovisuales y clubes de BMX, Rollers, Parkour y Skate que son deportes extremos federados, en pleno auge en la entidad merideña.
En Este sentido, dichas rampas en su mayoría construidas con material metálico, han sido diseñadas y elaboradas por 12 atletas con el apoyo del Inces a través del curso de Herrería y Soldadura bajo el acompañamiento del maestro técnico productivo (MTP), Giovanny D´ Andrea, quienes cumpliendo con las normas de bioseguridad y a través de puntos de apoyo pedagógicos y la formación semi-presencial, se adelanta la construcción de las vertientes.
De igual manera explicó que desde la presidencia del Inces con el apoyo del protector de Mérida, Jehyson Guzmán, Corpoelec, así como la colaboración de otras instituciones pública y privadas que han donado el material, se construye el primer circuito de rampas que serán utilizadas no solo para entrenamientos, sino que además, servirán para exhibiciones en actos públicos y clínicas deportivas en toda la ciudad, con el objetivo de masificar el deporte y hacer un llamado a la juventud de que en Mérida existe un sitio adecuado para la cultura, recreación y desarrollo de deportes no tradicionales.
Es importante destacar y resaltar que estos jóvenes deportistas y ahora participante Inces, vienen desde haces tiempo en un arduo trabajo de rescate, limpieza y mantenimiento de sus espacios, que por años estuvo en abandono debajo del viaducto Miranda de la ciudad de Mérida.
