** La intención es que una vez que hayan cumplido su pena y salgan nuevamente a las calles, tengan la oportunidad de incorporarse al campo laboral.
NINOSKA PATRIZ
Desde el Programa Penitenciario “Luisa Cáceres de Arismendi, se conoció que se acreditaron cuatro barberos, un elaborador de adornos para el hogar, 11 operadoras de máquinas de coser y una barberá en el anexo femenino de Tocorón.
En este sentido el jefe del Programa, Carlos Torres, destacó que con su desempeño en las actividades formativas los privados de libertad son tomados en cuenta para las redimensiones de pena, que no es más que se les minimiza el tiempo de prisión.
“Nuestro objetivo es reconocer, valorar y legitimar los saberes ancestrales, empíricos, invenciones, tradicionales, populares, pedagógicos y académicos con base en el diálogo de saberes, así como la evaluación de los aprendizajes, para otorgar y conferir certificaciones educativas, con valores colectivos”. Expresó Torres.
En este aspecto, resaltó que son realizadas pruebas teóricas y prácticas a quienes se acercan con el objetivo de que se les reconozca el conocimiento, habilidad y destreza en el desempeño de un oficio. Y agregó: “La certificación y acreditación de conocimiento es una alternativa que da el Inces para aquellas personas que de manera empírica o ancestral ejercen una ocupación productiva, pero no cuentan con ningún certificado educativo que lo avale”, afirmó Torres.
“En la formación a cada participante en condición de privado o privada de libertad, se le reconoce, valora y legitima sus saberes ancestrales, empíricos, invenciones, tradicionales, populares, pedagógicos y académicos con base en el diálogo de saberes, con valores colectivos sustentados y soportados en los componentes integrales de la formación”, indicó para cerrar el jefe del Programa.
