** El corazón de una madre es una escuela, y a propósito de la conmemoración de su día, compartimos la experiencia de tres mujeres, que, desde la formación técnica profesional, son ejemplo de: compromiso, esfuerzo y amor, en el Inces Zulia
MARIANA ALBARRÁN / LENIN RÍOS
Un milagro es en realidad la única manera de describir la maternidad y su corazón es la escuela primordial de la sociedad, desde cualquier espacio, ellas son fuerza y esperanza y en ocasión de la celebración del día de las madres, compartimos la historia de un grupo de ellas que integran el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces), en el Zulia, donde relatan como la formación técnica profesional les ha brindado herramientas para avanzar con el proceso de educación de sus hijos.
Tomada de la mano, de su hija Ana, la Maestra Técnica Productiva (MTP), Esther Bent, llega todas las mañanas al Centro de Formación Socialista Comercial Maracaibo, para formar a muchas madres que, como ella, desean fortalecer su dinámica productiva, desde la ocupación de la Peluquería.
“Tengo un año en el Inces, institución que no sólo me ha brindado una opción laboral, desde donde contribuyó al empoderamiento de la mujer, sino también el acompañar a mi niña, en su capacitación como aprendiz en el Programa Nacional de Aprendizaje. Es gratificante brindar mi afecto y experiencia a los jóvenes que como ella, se preparan para su primera oportunidad laboral, pero a su vez, multiplicar el mensaje dentro de las participantes, que capacito a quien les comentó que una mujer que trabaja suma al porvenir de sus hijos y que si pueden incorporen a sus hijos al Inces”, reseñó la MTP.
Siguiendo, la convocatoria, de Bent, la joven Andrea Manzanilla, de 19 años, habitante de la parroquia Coquivacoa de Maracaibo, acude al CFS Maracaibo, con su bebe Alexa, de 6 meses en brazos, quien la acompaña a sus clases del sexto período del Bachillerato Productiva.
“Ante tenía interés en mi formación, pero ahora que tengo una hija, creo que es vital capacitarme. Agradezco al Inces, la oportunidad de poder concluir mi etapa de media general. Los profesores nunca me han rechazado por asistir con mi bebe. Aquí he recibido motivación y asesoría de todo el personal, quienes no dudan en brindarme un consejo y a tantas jóvenes como yo, les expresó que, si es posible seguir estudiando, ya que esta institución, es tan noble, que hasta te permite obtener certificaciones desde su campus virtual, como la recibiré yo, en Ingles, que tantas puertas me abrirá”, describió la participante, mientras brindaba lactancia materna.
Los brazos de una madre están hechos de ternura y apoyo, como lo demuestra Judith Rincón, de 68 años, quien después de formar a una hija y apoyarla hasta alcanzar sus grados académicos, decidió que era tiempo de acudir al sistema técnico y capacitarse para construir una mejor Venezuela.
“A todas las personas de la tercera edad, en especial a las abuelas, les digo, aprendan la técnica, todavía es mucho lo que podemos aportar y en estos espacios, apoyamos a los más jóvenes. Estoy en la formación de Panadería y procuro compartir un consejo y amor con los más jóvenes, a quienes los recibo como hijos también y quienes me motivaron a cumplir mi sueño de ser bachiller y quizás estudiar Comunicación Social”, precisó Rincón.