*** De allí la suma de esfuerzos con el Movimiento Bolivariano de la Familia, las Fuerzas Armadas, Min Educación y las comunidades organizadas, para “irrumpir” con la fuerza de los saberes y la formación profesional a los colectivos antes excluidos…
IVALDO RODRÍGUEZ
Son un buen número las organizaciones sociales que se organizan en el país con el propósito de diagnosticar, caracterizar y en fin, apoyar a las comunidades organizadas en la resolución de sus problemáticas y en la facilitación de recursos para su desarrollo, crecimiento y mejor desenvolvimiento social.
En ese contexto el Movimiento Bolivariano de Familias surge como un espacio de participación protagónica que asume su corresponsabilidad en el ejercicio de los derechos sociales, fundamentalmente el derecho a la Educación consagrado tanto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, como en la Ley Orgánica de Educación.
Con esa introducción inició su participación en el programa semanal “Somos Inces” radio de todos los jueves la Prof. Carmen Blanco (presidenta/coordinadora) del Movimiento Bolivariano de Familia “Aristóbulo Isturiz”, quien en una amena conversación con los moderadores del espacio, encabezados por el diligente Luis González, apuntó sobre el interés y la fortaleza que representa para las actividades comunitarias que llevan a cabo, la intervención de una institución como el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces); de especial manera en estos últimos años cuando han vislumbrado a las comunidades como escenarios de procesos de formación productiva.
Muy enfática resultó la profesora Blanco cuando expresó que la organización que representa conlleva una enorme legitimidad, toda vez que surge desde el semillero de las aulas de clases y de a poco abarca mayores espacios de representatividad y acción como los planteles, las parroquias, los municipios y hasta los estados nacionales.
Acá te lo dejamos Somos Inces Radio 212
https://www.youtube.com/watch?v=rdBBKPb2VQE
El Inces, en sus palabras, reviste enorme importancia dadas las múltiples necesidades de resolver problemas que abundan en las comunidades los cuales, sin una capacitación apropiada para sus habitantes, se harían más difíciles de abordar. De allí que el instituto haya realizado un enorme esfuerzo invalorable para la caracterización de los habitantes de dichos espacios y luego la logística necesaria para dotar de algún curso productivo a tantos jóvenes que lo requieren.
En un esfuerzo descriptivo la profesora Carmen Blanco especificó que el Movimiento Bolivariano de la Familia es una célula polidimensional que sobrelleva responsabilidades de tipo político, social, cultural, histórico, productivo y territorial.
Con el apoyo del Inces acompañan a las familias en su desarrollo y crecimiento, en circunstancias tan difíciles que plantean un desafío en la concepción, definición y reconocimiento de las familias por extensión, en el rol protagónico y victorioso ante la entereza del cruento bloqueo financiero, el golpe a la moneda y en medio de un escenario como la primera pandemia de este siglo.
Recordó, adicionalmente, que el promotor del Movimiento Bolivariano de Familias fue el profesor Aristóbulo Istúriz y precisó que cada uno de los integrantes de la organización ha dado lo mejor en la promoción de las familias, en la continuidad de los procesos de aprendizaje en medio de las medidas epidemiológicas que se impusieron y de la telemática como modalidad de aprendizaje.
“Todo hecho educativo tiene corresponsabilidad, de allí que la fusión que buscó el Inces con el movimiento, le ha dado papel protagónico en procesos de formación profesional y productiva, así como de acreditación de conocimientos y la mencionada caracterización; un insumo invalorable para la conformación de la cartografía social en construcción”, aseguró la docente.
Finalmente hizo un llamado a sensibilizar y expandir más la acción formadora desde las bases, en el entendido de que “la familia es el eslabón fundamental en los procesos de cambio social”.