La mujer venezolana tiene las puertas abiertas en la institución

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*** Ya son años en los cuales el Inces ha formado féminas, incluso en ámbitos no tradicionales para las bellas de la casa. Hay un claro norte en la realización de la igualdad de oportunidades y de la mejor distribución de justicia en la sociedad. Mujer y formación Técnica Profesional no son antagónicos

 

IVALDO RODRÍGUEZ

Sin egoísmo alguno, la principal casa de formación profesional en el país no ha sido indiferente a la participación femenina en todos los procesos, muy por el contrario, hay plena consciencia de la creciente participación de la mujer en el mercado de trabajo históricamente, como una consecuencia de las transformaciones que se dan en las fuerzas productivas de hoy.

 

En efecto, la mujer venezolana inmersa en procesos de formación para el trabajo ha sido el tema tratado en la transmisión del espacio radial “Somos Inces 234”, correspondiente al día de hoy 9 de marzo de 2023 y difundido a través de Radio Miraflores 95,9 FM. en Caracas.

 

Es claro que el Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (Inces) ha jugado creando las posibilidades objetivas para la realización de la igualdad de oportunidades y de una mejor distribución de la justicia en la sociedad y en específico en la capacitación profesional.

 

El cambio tecnológico y la generalización de las formas democráticas de gobierno son factores decisivos en esa evolución. Con la desaparición de muchas ocupaciones tradicionales y el surgimiento de otras, se establece un proceso de cambio que favorece, sustancialmente, la entrada de nuevos actores al mundo del trabajo. Y allí están las damas, prestas a ocupar los espacios que justicieramente le corresponden.

 

El acceso de la mujer a sectores no convencionales del mercado de empleo, aún cuando se encuentre en fase de iniciación, representará seguramente, en un futuro cercano, una de las grandes transformaciones sociales a observarse en nuestra región, en especial en Venezuela, todavía cuando debemos acotar que la educación ha sido un reducto tradicional de empleo para la mujer.

Tal vez eso haya también concurrido para facilitar el acceso de la población femenina a la escolarización. En muchos casos ese fenómeno ha superado los índices globales. Y, siguiendo la cadena, no puede sorprender que la mujer llegue al moderno mercado de empleo con ventajas comparativas en su formación restando, sin embargo, vencer resistencias cristalizadas en el condicionamiento social.

 

Más el Inces es y seguirá siendo una trinchera que acogerá gustoso y de manera responsable a las féminas que con preclaro interés pretendan hacerse de herramientas novedosas, y en todo caso, adaptadas a las nuevas necesidades locales y nacionales.

 

La joven Estéfany López, vocera de los aprendices Inces y ya ubicada en el mercado laboral, tuvo una suerte de reencuentro en conversación con el equipo de los moderadores González y dibujó algunos puntos de vista que abordaremos.

 

La joven aseguró que desde el inicio de su formación en el instituto sintió en la organización un espíritu reivindicativo de la mujer. “Entré al Inces esperando cupo en la universidad y con la formación en Secretariado que obtuve, se me abrió una nueva visión de la vida”.

 

Es una carrera contra el tiempo, la principal casa de formación profesional en la nación persigue, sin tregua, la mayor pertinencia y sintonía con innovadoras formaciones a la solución de necesidades locales y comunales, avizorando, con el creciente concurso femenino, el añorado nuevo sistema económico-productivo que la realidad requiere.